
Carreras de pura sangre junto a tus estudios

Más de 650 universidades y escuelas técnicas de todo el mundo desarrollan y construyen de forma independiente coches de carreras tipo Fórmula que deben superar una serie de disciplinas dinámicas y estáticas. En las disciplinas estáticas, un plan de negocio, los costes y el diseño técnico deben impresionar al jurado para obtener la máxima puntuación. Luego llega la pista: para evitar que estos prototipos, desarrollados durante meses, acaben en un montón de chatarra tras un choque, solo se celebran carreras contrarreloj. Desde aceleración hasta autocross y resistencia, los monoplazas diseñados por los propios equipos deben demostrar de qué son capaces. No solo cuenta la potencia bruta, sino el conjunto: construcción ligera, aerodinámica eficiente con la que solo sueñan los ingenieros de F1, buena manejabilidad, eficiencia energética y, sobre todo, fiabilidad. Este último aspecto dio al equipo un éxito inesperado en 2016: segundo puesto en Italia, sexto en Alemania y séptimo en Austria.
En 2007, el equipo estaba formado por menos de diez personas, pero hoy en día hay 80 personas detrás del enorme proceso de desarrollo y gestión. Esto equivale aproximadamente a la plantilla de un equipo de Fórmula 1 de mediados de los años 90. Los equipos de Formula Student son patrocinados por la industria y reciben apoyo en la fabricación. A cambio, a menudo se reclutan talentos del propio entorno. Los desarrollos también se realizan en forma de prácticas, trabajos de grado y máster en las propias empresas patrocinadoras.


El equipo se basa en un enfoque sostenible del desarrollo: como los estudiantes van y vienen, los exalumnos y los miembros más veteranos actúan como mentores para los nuevos, impartiendo cursos semanales de CAD, simulación especializada y conocimientos de diseño. Así se garantizan transiciones fluidas entre generaciones sin tener que empezar de cero cada vez.





